Wilhelm Landig y la SS Esotérica
por Nicholas Goodrick-Clarke
Traducido originalmente por Carlos Guerra, corregido por Editorial Streicher
y revisada y arreglada por Hyranio Garbho
Viena era una ciudad gris después de la Segunda Guerra Mundial. Sus glorias de Habsburgo, el encanto y alegría de su música y teatros eran una cosa del pasado. Durante aproximadamente ocho años desde el Anschluß (Anexión hecha por Alemania), Austria había formado una mera provincia del Tercer Reich. En los meses de cierre de la guerra, Viena fue cruelmente bombardeada y el Ejército Rojo había luchado por llegar a la ciudad. Desde 1945 hasta 1955 la capital fue dividida en sectores entre los Aliados. Personal militar ruso, británico, estadounidense y francés era responsable, dentro de sus respectivos sectores, de la administración, trabajo de policía y seguridad. Cada una de las Cuatro Potencias presidió por su parte durante un mes a la vez sobre el Centro de la Ciudad dentro de la Ringstrasse y sus derribados edificios históricos y públicos. La comida, el combustible y la medicina estaban en escasez de oferta. El comercio en el mercado negro, la prostitución y el espionaje eran un medio de supervivencia para la población local. La atmósfera sombría e invernal de la famosa novela de Graham Greene El Tercer Hombre (1950), cubría como un manto pesado a la ciudad derrotada y ocupada.
La mayoría de los austríacos
veía ahora a Hitler y el régimen alemán como una némesis y como los que
atrajeron la catástrofe. Sin embargo, una significativa minoría de leales
nacionalsocialistas encontró intolerable la derrota después del poder y la
exuberancia del dominio continental de Alemania. A principios de los años '50
en Viena echó raíces una mitología aria-nórdica que estaba en marcado contraste
con la flagrante adoración a Hitler de los cultos nazis
anglo-estadounidenses de la posguerra. Puesto que Hitler y la política eran
ahora recuerdos dolorosos, dicha mitología se caracterizó por especulaciones
acerca de las antiguas razas nórdicas, sobre Thule y la Atlántida, y la
religión germánica. También fue importante el redescubrimiento de ideas e
individuos en la Ahnenerbe, la oficina SS de Heinrich Himmler que
investigaba la arqueología y la antropología arias entre 1935 y 1945. Las
esperanzas apocalípticas para la resurrección y salvación nacional se
concentraron en especulaciones salvajes sobre la supuesta existencia de armas
milagrosas alemanas, incluyendo platillos voladores y bases polares secretas al
final de la guerra. Estas ideas fueron en gran parte un producto de la severa
desolación que prevalecía en la Viena de la posguerra. Ellas proporcionaron las
semillas de la mitología neo-nazi del Sol Negro que ha estado circulando
en el movimiento subterraneo alemán de extrema derecha desde los años '90.
Los orígenes de esta mística
están en un pequeño círculo ocultista-racista que primero se juntó para
discusiones en el estudio del diseñador Wilhelm Landig (1909-1997) en el IV
distrito de Viena en 1950. Nacido en Viena en Diciembre de 1909, Wilhelm Landig
era un leal nacionalista pan-germánico. Cuando era un escolar se había afiliado
a la sección juvenil de los Freikorps "Roßbach" y más tarde
había luchado en los Freikorps "Deutsche Wehr" en Viena, dos
de los muchos ejércitos privados formados después de la Primera Guerra Mundial
para defender las fronteras de Alemania y suprimir las rebeliones izquierdistas.
Sirvió en el Tercer Reich primero en 1937-38 en el Instituto de Ciencias
del Trabajo en Berlín, y luego hasta 1941 en un ministerio en Viena. Entre 1942
y 1944 luchó en las Waffen-SS en los Balcanes, recibiendo
condecoraciones alemanas y croatas en feroces campañas anti-guerrilleras contra
los partisanos. En 1944 fue enviado de vuelta desde Belgrado a Viena para
"tareas especiales" que involucraban nueva tecnología militar. En el
otoño de 1945 fue sometido a la detención automática como un ex-SS e
internado en un campo británico para prisioneros de guerra hasta 1947. Tras su
liberación ingresó al mundo del espionaje inter-Aliado, capturando inteligencia
soviética de grado bajo y medio para los servicios de seguridad occidentales.
Otro miembro del círculo, Rudolf J. Mund (1920-1985), había sido un ilegal
soldado nacionalsocialista de tropas de asalto en Viena mientras estaba en su
adolescencia, y más tarde sirvió en el frente ruso y en las Ardennes como
teniente en las Waffen-SS. También había sido encarcelado y sometido a
descalificaciones durante la posguerra.
Estos combatientes fueron
atraidos hacia el ocultismo y los mitos racistas como un modo de trascender su
derrota y la humillación del Reich alemán. El foco de sus discusiones
era un centro secreto en el Ártico conocido como la Isla Azul, que podría
servir como fuente para un renacimiento de la vida tradicional. Esta idea fue
tomada de Julius Évola, cuyo libro Erhebung wider die moderne Welt (Revuelta
contra el Mundo Moderno, 1935) se convirtió en la biblia del grupo de Landig.
La ideología völkisch (racialista) de Landig de la superioridad
ario-germánica fue introducida dentro de la metafísica altisonante de la
Tradición primordial de Évola. Sólo las razas del Atlántico Norte, sobre todo
los alemanes arios, entendieron la naturaleza sagrada de las autoridades
regias, el misterio de los rituales, la iniciación y la consagración, los
orígenes divinos del régimen patricio, el código de caballería y una rígida
jerarquía de castas. La mitología polar de Thule y la mordaz anti-modernidad de
Évola habían sido ya corrientes entre las revistas conservadoras y derechistas
alemanas durante el Tercer Reich. Como un oficial Waffen-SS,
Landig también pudo haberse reunido con Évola durante el ultimo año de la
guerra. Después de Junio de 1944, Évola había trabajado en Viena, ayudando a
reclutar un ejército pan-europeo de voluntarios Waffen-SS de todas
partes de Europa para defender el continente contra la invasión de Estados
Unidos y de la Unión Soviética.
El grupo de Viena también devoró
ávidamente las ideas y los libros de Herman Wirth (1885-1981), el laico
alemán-holandés erudito en religiones y símbolos antiguos. Nacido el 6 de Mayo
de 1885, hijo de un profesor de escuela en Utrecht, Wirth abrazó tempranamente
las ideas pan-germánicas y sirvió como un voluntario alemán en la Primera
Guerra Mundial. Después de trasladarse a Alemania en 1923, Wirth comenzó a
escribir y publicó sus principales trabajos sobre la prehistoria germánica, Der
Aufgang der Menschheit (El Ascenso de la Humanidad, 1928) y Die Heilige
Urschrift der Menschheit (El Origen Sagrado de la Humanidad, 1931-36).
Comparando las escrituras de los países del Mediterráneo y del Oriente, los
símbolos de África del Norte y del Oeste, las lenguas de los indios
norteamericanos y de los esquimales, Wirth postuló la existencia de una antigua
gran civilización de los proto-germánicos Thuatas en la cuenca atlántica del
Norte. Descubrió los restos más antiguos de esta cultura nórdico-atlante en los
símbolos esculpidos de la Antigua Edad de Piedra en la Europa del Sudoeste. Los
métodos de Wirth y sus conclusiones fueron rechazados por la mayor parte de los
académicos universitarios, y provocó una posterior controversia al editar Die
Ura Linda Chronik (1932), un manuscrito frisón generalmente considerado
como una falsificación del siglo XIX, como una crónica de la vida germánica
entre los siglos VI y I a.C. Pero estas especulaciones nórdicas le ganaron a
Wirth el favor de Heinrich Himmler, y en 1935 fue invitado a conocer y dirigir
el instituto SS para la investigación antropológica y arqueologica Ahnenerbe[1].
Debido a la predilección de
Wirth por el antiguo matriarcado —evidencia de su deuda intelectual con el
erudito suizo Johann Jakob Bachofen— y el colectivismo arcaico, que parecía
simpatizar con los ideales socialistas, posteriormente cayó de la gracia
nacionalsocialista y abandonó el instituto en 1937. Sin embargo, los seguidores
de Wirth y su influencia entre los grupos völkisch alemanes fueron
considerables desde el comienzo. Su visión de una antigua alta civilización
Thuata desde la cual los pueblos del Mar del Norte habían partido en sus barcos
cisnes y dragones para colonizar el mundo atlántico, reflejaba un imperialismo
utópico para aquellos que lamentaron la impotencia y la desmoralización de la
República de Weimar. Los pesimistas y los opositores del presente fueron
atraidos a su idea de que un renacimiento de esta cultura Thuata-atlante
señalaría el renacimiento de la raza germánica y la liberación de la Humanidad
de la maldición de la modernidad. Además de sus trabajos principales y un
montón de polémicos folletos, Wirth dio una gran cantidad de conferencias en
Alemania, escribió numerosos artículos para la prensa culta y popular y
presidió su propia "Sociedad Herman Wirth" en Berlín. Sobrevivió a la
Segunda Guerra Mundial y reanudó cautelosamente el trabajo sobre la prehistoria
germánica. Wilhelm Landig fue un temprano admirador de sus libros y, una vez
que hubo fundado su propia editorial Volkstum en Viena en 1958, comenzó
a publicar nuevos trabajos del profeta antediluviano, que vivió en Marburg en
el Lahn hasta su muerte a la edad de noventa y cinco años el 16 de Febrero de
1981.
Pero los intereses del círculo
de Landig no se limitaron simplemente al pesimismo cultural y a la nostalgia de
una perdida Edad de Oro. Estos hombres creían que se podía establecer un
contacto espiritual con la Isla Azul, el oculto centro polar. Otro miembro del
círculo, el ingeniero suizo Erich Halik, supervisó el vertido de grandes
vaciados de yeso para propósitos espiritistas, y se emprendieron ejercicios de
meditación en un esfuerzo para la sintonización. Halik afirmó que los círculos
esotéricos de la SS habían buscado el favor de este centro mundial
espiritual. Estos "herejes" SS estuvieron particularmente interesados
en la tradición cátara y dirigieron su búsqueda hacia el Ártico y el Tíbet.
Halik citó el trabajo de Otto Rahn, el estudioso del Grial encargado por
Himmler de estudiar las tradiciones polares de los cátaros en el Sur de
Francia. Halik veía la historia mundial en términos profundamente esotéricos.
Las bases alemanas en Groenlandia representaron la tentativa de los
"herejes" SS de alcanzar la "Montaña de la
Medianoche" de la tradición polar, mientras que la bandera de Naciones
Unidas con su símbolo polar azul indicaba la inspiración de grupos rivales
rosacruces de California (en el lado Aliado). Halik especuló que el
"esoterismo militante" de la SS también fue inspirado por los
relatos de Ossendowski sobre Agharti y por el fascismo místico de Julius Évola.
Halik fue también el primero en vincular a la SS esotérica con la
insignia redonda del "Sol Negro" llevada por los aviones alemanes en
la región polar al final de la guerra.
Halik estuvo especialmente entusiasmado
con los avistamientos de OVNIs en la posguerra contemporánea. En una serie de
artículos publicados en la revista esotérica austriaca Mensch und Schicksal
(Hombre y Destino) entre 1951 y 1955, Halik relacionó a los platillos
voladores con el mito del Sol Negro. Identificó a los platillos como
manifestaciones del Grial, "un recipiente de culto usado por la
jerarquía suprema de los gnosticos cristianos". Analizó la
constitución eterica de los platillos voladores sobre la base de sus brillantes
anillos concéntricos. Al mismo tiempo, Halik pareció creer que los alemanes en
efecto habían establecido "Imperios polares" tanto en el Ártico como
en la Antártica, bajo los signos del "Sol de Oro" y el "Sol
Negro". Mientras el primero representaba una búsqueda luciferina y solar
(vinculada a Otto Rahn y los cátaros SS), el segundo fue impulsado por
las logias saturninas y satánicas de la SS. Halik consideró a los OVNIs
no tanto como una invención técnica sino como la aplicación de un principio
metafísico y alquimico. Se decía que la metáfora alquimica del sol niger
(Sol Negro) representaba la ocultación, el ennegrecimiento, un hundimiento en
el misterio del auto-descubrimiento. Éste era el mensaje supuestamente
idealista de los "herejes" SS que operaban desde la Isla Azul,
los presagios de una milenaria transformación del mundo[2].
Los intereses literarios e
intelectuales de Rudolf Mund arrojan una luz adicional sobre la herencia
ocultista y nacionalista del grupo de Landig. Mientras estuvo retenido en un campo
estadounidense para prisioneros de guerra en Saint Avold en 1945, Mund se
conmovió al descubrir a un camarada presidiario en Edmund Kiß, un escritor
cuyos libros había leído ávidamente antes de la guerra. Siendo un agrimensor en
la ciudad de Kassel, Kiß había escrito una serie de novelas que combinaban
cuentos épicos de la vida en la Atlántida prehistórica, la cultura Thuata de
Herman Wirth y la Teoría del Hielo Mundial del inconformista cosmólogo
austriaco Hanns Hörbiger (1860-1931). Publicada primeramente en 1913, la Teoría
del Hielo Mundial o de la Glaciación sostenia que todos los fenómenos estelares
y planetarios eran el resultado de encuentros violentos entre el fuego y el
hielo. Además del origen y los movimientos de los cuerpos celestes, la teoría
también ofrecía un relato de la historia de la Tierra y de la Humanidad
prehistórica. Hörbiger afirmaba que la Tierra había capturado varios planetas
como lunas antes de nuestra actual Luna, y que éstos se habían estrellado
sucesivamente contra la Tierra, acompañados por agitaciones geológicas e
inundaciones. Postuló la existencia de hombres en la era Terciaria, el ascenso
de los océanos debido al acercamiento de la antigua luna, y el posterior
establecimiento de culturas de asilo en México y los Andes sudamericanos[3].
Mientras que la Teoría de la Glaciación atrajo a los mitólogos de los
continentes perdidos, su cosmología elemental pareció reflejar la ideología
nacionalsocialista de lucha, y fue oficialmente patrocinada por los miembros de
las Sturmabeteilung, o SA[4].
Como un partidario temprano de la
Teoría de la Glaciación, Kiß había viajado ya en 1928 a Perú y Bolivia, donde
buscó pruebas de una tal cultura de asilo durante el Terciario tardío en los
Andes. Con el profesor alemán emigrado Arthur Poznansky, empleado durante mucho
tiempo por el gobierno boliviano, Kiß estudió las antiguas ruinas de Tiahuanaco
en el lago Titicaca. Estaba convencido de que el relieve esculpido en la Puerta
del Sol de la ciudad era un calendario astronómico que confirmaba la
experiencia humana prehistórica de la más reciente catástrofe lunar y el
posterior diluvio. En la cordillera encontró una escultura gigantesca de una
cabeza nórdica tallada en la roca, para él una evidencia asombrosa de una
antigua migración y colonización atlante cuando los océanos habían rodeado esta
alta meseta andina. Una vez que hubo retornado a Alemania, Kiß escribió varios
trabajos científicos dedicados a sus especulaciones sobre las teorías de
Hörbiger[5]. Aún
más influyente, sin embargo, fue la tetralogia de exitosas novelas de Kiß que
popularizó entre el gran público la hipótesis de la Atlántida nórdica y los
acontecimientos heroicos y catastróficos de agitación, inundación y migraciones
nórdicas. En estas obras, la Atlántida y su sumergimiento se convirtieron en un
símbolo político del caos social de la República de Weimar o incluso de la
predicción llena de fatalidad de Oswald Spengler acerca de la decadencia de
Occidente. Sólo los alemanes —el último pueblo de la heroica raza nórdica— podrían
restaurar el orden en este mundo desunido, por medio de su poderosa voluntad de
sobrevivir y prevalecer.
Su primera novela, Das
gläserne Meer (El Mar de Cristal, 1930), describía los terremotos
catastróficos y diluvios que siguieron a la caida de la primera luna en la Era
Terciaria. Empujados por las condiciones glaciales y el hambre, los nórdicos
emigran sobre un puente de hielo a los climas hospitalarios del continente del
Sur. Esta casta señorial de ojos azules y cabellos rubios de la Atlántida mantiene
a sus esclavos de piel morena bajo un sometimiento estricto y asegura la
supervivencia de la raza Blanca secuestrando mujeres de las tierras adyacentes.
La novela Frühling in Atlantis (Primavera en Atlántida, 1933) se enmarca
en la Edad de Oro de la civilización atlante. El número de los "Asen"
nórdicos de pura sangre sólo alcanza a dos millones de los sesenta millones de
habitantes del Estado, y el resto son "oscuros" y ciudadanos
parciales. La tarea principal de los jefes es criar el tipo nórdico para
garantizar su autoridad, pero los inferiores son descontentadizos y finalmente
asesinan al joven líder, Baldur Wieborg de Thule, un héroe de la política para
los desastres climáticos y la eugenesia. Esta siniestra nota política estaba
claramente destinada a reflejar las propias ansiedades de Kiß sobre la amenaza
que los eslavos u otros inferiores raciales representaban para la superioridad
alemana[6].
La siguiente novela de Kiß, Die
letzte Königin von Atlantis (La Última Reina de la Atlántida, 1931), se
enmarca en los antecedentes del hundimiento de la Atlántida debido a los
desastres climáticos resultantes de la captura de nuestra actual Luna hace
aproximadamente 14.000 años. Remanentes de la raza señorial nórdica, antiguos
creadores de un Imperio y de una alta civilización, emigran para conquistar las
tierras altas de Sudamérica, incluyendo la meseta peruana de Atzlan. Aquí en
este asilo ellos practican una estricta eugenesia para mantener la pureza de su
sangre, mientras condenan a las razas inferiores a trabajos serviles. En este
libro, Kiß lleva al jefe nórdico que descubrió, a vivir como Godda Apacheta, el
astrónomo de Atzlan, que es el narrador. En la novela final de la serie, Die
Singschwäne aus Thule (Los Cisnes Cantores de Thule, 1939), todos los Asen
sobrevivientes, bajo su bandera azul con una esvástica de plata, intentan
retornar a su hogar ancestral en el Ártico. Pero en vez de una primavera
perpetua como en los antiguos tiempos sin luna, prevalece un frío terrible que
los endurece nuevamente. Después de muchos años ellos se congregan otra vez en
dirección al Sur, en Hellas, donde fundaron la famosa alta cultura griega del
primer milenio a.C. Y entonces el ciclo comienza otra vez. A traves de toda la
Historia, los germanos nórdicos siempre enviarán adelante a sus poblaciones
excedentes a colonizar, fundar nuevos Estados y criar a las declinantes razas
inferiores[7].
Conocido como "el poeta de
la Atlántida", Edmund Kiß también fue atraído por Heinrich Himmler hacia
el SS Ahnenerbe. Ya en Julio de 1936, Kiß y otros firmaron el Protocolo
Pyrmont que acordaba el patrocinio oficial de la SS para la Teoría de la
Glaciación. El proyecto fue establecido como una sección meteorológica del Ahnenerbe,
en la cual Philipp Fauth, el coautor de Hörbiger de antes de la guerra, jugó un
importante rol. Cuando en Agosto de 1936 Kiß comenzó a planear una nueva
expedición a las tierras altas de Abisinia para encontrar rastros de la
civilización humana del período terciario y restos de la luna anterior, Himmler
fue rápido para prometer el apoyo del Ahnenerbe. El Ahnenerbe
también estuvo involucrado en los proyectos de Kiß para un posterior viaje de
investigacion a Perú, programado para 1940 pero finalmente abandonado debido a
la guerra[8]. Uno
podría añadir que la Teoría del Hielo Mundial consiguió un respaldo casi
oficial en el Tercer Reich: el propio entusiasmo de Hitler por dicha
teoría es mencionado varias veces en sus Conversaciones de Sobremesa e
ilustrado por su promesa para construír un observatorio en Linz, representando
"las tres grandes concepciones cosmológicas de la Historia": la de
Ptolomeo, la de Copérnico y la de Hörbiger[9]. Kiß
luego se integró a las Waffen-SS, y consiguió el rango de SS
Obersturmbannführer, y más tarde sirvió como comandante de la guardia en el
cuartel central de Hitler. Al final de la guerra esperaba conducir un grupo de
comandos al Tíbet, donde se pretendía reunir el apoyo de tribus mongolianas
para una lucha que hubiera comprometido a las fuerzas soviéticas en un teatro
de operaciones de Asia Central y así aliviado al asediado Reich.
Durante las noches frías y
oscuras de fines de 1945, Rudolf Mund escuchó con arrobada atención los relatos
del viejo explorador. Las ciudades en ruinas de la isla Marajo en el delta del
Amazonas, de Tiahuanaco y el lago Titicaca, el mausoleo de Puma Punku y el
observatorio astronómico de Kalasasaya, aparecieron ante su imaginación. La
narración épica de Kiß hizo olvidar por un momento la miseria de la derrota en
el estragado campamento. Los jefes nórdicos en la cordillera de los Andes, las
expediciones SS de vasto alcance para confirmar la existencia de altas
civilizaciones nórdicas prehistóricas en África y Sudamérica, y la enorme
escala de tiempo de la Teoría de la Glaciación de Hörbiger, hicieron aparecer
un mundo de superioridad aria inmemorial al lado del cual la derrota del Tercer
Reich parecía un revés menor. La naturaleza catastrófica de estos
distantes acontecimientos sugería un mundo de violenta lucha y renovación
profundamente sintonizada con la visión nacionalsocialista de la Naturaleza.
Que un antiguo pueblo nórdico hubiera sobrevivido a tales agitaciones,
inundaciones y épocas glaciales sólo servia para confirmar el heroísmo perenne
de los germanos ante desafíos enormes[10].
En Abril de 1946 Mund se
encontró con Kiß otra vez en otro campamento en Augsburg. Enterado del plan del
joven teniente Waffen-SS para escaparse, el envejecido Kiß le dio cien
marcos. Una vez más, el destino los juntó en Dachau. Aunque débil y enfermo, Kiß
expresó su intención de viajar al Tíbet tras su liberación. Mund estaba
profundamente impresionado por estos encuentros, que de alguna manera sostenian
la promesa de lejanos horizontes más allá de la actual calamidad de la derrota
alemana. Mund siempre había estado atraído por la mística aria esotérica que creía
que había estado detrás de la SS. Como un joven soldado Waffen-SS
él no tuvo contacto directo con círculos místicos SS durante el Tercer Reich.
Sin embargo, la camaradería, el heroísmo y el sacrificio de su experiencia de
primera línea en las Waffen-SS habían sido las experiencias formativas
en su vida. Había creído en los mitos de este "primer ejército voluntario
europeo" en el cual los hombres jóvenes más valientes de Alemania y de
otras naciones occidentales habían luchado en una cruzada contra el comunismo
soviético. La derrota, la captura, el supuesto descubrimiento de atrocidades de
los nacionalsocialistas y la desgracia en que cayó su uniforme SS, lo
llevaron en busca de una noble SS que había defendido el utópico mundo
ario contra todo lo que era oscuro, caótico e inferior. A traves de los años de
la posguerra, Mund prosiguió sus investigaciones ocultistas-völkisch en
un tentativa de dar sentido a sus antiguos ideales.
Estas investigaciones románticas
condujeron a Mund a los trabajos del joven SS-Unterscharführer Otto
Rahn, quien había estado profundamente interesado en los cátaros (los
"perfectos") medievales y las leyendas del Grial. Teniendo
originalmente la intención de escribir una disertación sobre Kyot, el trovador
provenzal cuyo poema del Grial perdido sirvió a Wolfram von Eschenbach como una
fuente para su Parzival, Rahn había ido al Languedoc en 1931. Pronto
identificó a los caballeros del Grial con los cátaros y al castillo Montségur como
Montsalvat. Rahn se estableció en Ussat-les-Bains, donde fue animado por el
experto local neo-cátaro Antonin Gadal para explorar las cuevas de Sabarthès,
donde supuestamente el tesoro cátaro había sido escondido. En su libro Kreuzzug
gegen den Gral (Cruzada Contra el Grial, 1933), Rahn finalmente fusionó las
tradiciones de los trovadores y de los minnesanger, la herejía cátara y
las leyendas del Grial, para postular una religión gnóstica subterránea de
origen ario-visigótico, que había sido brutalmente suprimida por las
autoridades católicas en 1244. Su búsqueda de una tradición religiosa germánica
basada en herejías y leyendas interesó a Himmler, quien buscó su colaboración
en la investigación patrocinada por la SS. En Marzo de 1936 Rahn se
integró a la SS y emprendió un viaje de investigación a Islandia bajo
los auspicios de la SS. Posteriormente publicó el diario de viaje de su
búsqueda de la antigua tradición cátaro-visigótica a través de Europa como Luzifers
Hofgesinde (1937)[11].
Aquí en las caprichosas ideas de Himmler y en la búsqueda apasionada de Otto
Rahn, Rudolf Mund encontró pruebas de la misión mística de la SS.
En 1958 Mund se unió a la Orden
de los Nuevos Templarios (ONT), una secta caballeresca racista que
cultivaba una herética teología dualista ario-cristiana de héroes rubios en
lucha eterna contra los hombres-bestia inferiores. Originalmente fundada
durante la Navidad de 1900 por Jörg Lanz von Liebenfels, la ONT logró ejercer
alguna influencia en Viena antes y durante la Primera Guerra Mundial, cuando
Lanz publicaba su Ariosofia, una refundición del racismo ario, cristianismo
gnóstico y teosofía, en su revista Ostara. Esos folletos racistas
místicos se presume que habrían influido fuertemente sobre el joven Hitler. La
secta se extendió desde Austria a Alemania y Hungría durante los años '20, pero
pasó a la clandestinidad en Viena después de 1945. Mund se sumergió en los
archivos de este culto ario, estudió los escritos de los primeros padres de la
Iglesia y la historia de los caballeros templarios, y más tarde escribió un
libro hagiográfico sobre Lanz von Liebenfels. En 1979 Mund sucedió a Walter
Krenn como prior de la ONT.
Durante su investigación en la
ONT, Mund también se había llegado a interesar en las teorías de las runas místicas
de Karl Maria Wiligut (1866-1946), el llamado Rasputín de Himmler. En
virtud de su presunta posesión de una memoria ancestral y de una representación
inspirada en arcaicas tradiciones germánicas, Wiligut se convirtió en el
consejero favorito de Heinrich Himmler sobre asuntos mitológicos, y le fue dada
una asignación oficial para la investigación prehistórica en la SS entre
1933 y 1939. Consultado por su patrón en una amplia variedad de materias, la
influencia de Wiligut se extendió al diseño del anillo con la calavera que era
usado por los miembros de la SS, la concepción de Wewelsburg como el
castillo de la orden, y la adopción de otro ceremonial diseñado para otorgar un
aura tradicional sobre la ideología SS de elitismo, pureza racial y
conquista territorial. Las ideas de Wiligut eran similares a las de Guido von
List, el ocultista rúnico y ariosofista cercano a Lanz von Liebenfels, y
Wiligut tenía vínculos con miembros de la ONT ya desde 1908. Su presentación a
Himmler fue efectuada por Richard Anders, un oficial SS que era también
un hermano de la ONT. Mund estuvo encantado de encontrar una fuente adicional
de esoterismo SS y elaboró una biografía de Wiligut, que fue publicada
por la editorial Volkstum de Landig[12].
Wiligut también proporcionó una
fuente adicional para el mito del Sol Negro. En uno de sus lemas Halgarita, una
serie de crípticas revelaciones religiosas escritas para Himmler en los años
'30, Wiligut describió un antiguo sol llamado Santur. Los adeptos
contemporáneos de Wiligut, Emil Rüdiger y Werner von Bülow, interpretaron ese
cuerpo celestial como un segundo sol que brilló hace 230.000 años sobre los
hiperbóreos en el Polo Norte y promovió su desarrollo espiritual. Santur
todavía orbita en la vecindad de nuestro planeta como una estrella extinguida,
y por lo tanto invisible, pero como un Sol Negro todavía emite una poderosa
inteligencia[13].
La reconstrucción que hizo Wiligut de una religión "Irminista"
germánica prehistórica fue al menos parcialmente inspirada por el armanismo
de Guido von List, la antigua fe de los ario-germanos, que reflejaba una
especie de teosofía germanizada en el movimiento subterráneo völkisch-ocultista
de la época anterior a la Primera Guerra Mundial[14].
Remontando la propia inspiración de Wiligut hasta ese período, uno descubre una
fuente aún más temprana para el Sol Negro en la teosofía, que había sido
altamente influyente en los círculos alemanes esotéricos desde principios del
siglo XX.
En su obra principal La
Doctrina Secreta (1888), Helena Blavatsky de vez en cuando menciona un
"sol central" en la Vía Láctea, "un punto invisible y
misterioso, el siempre oculto centro de atracción de nuestro Sol y de nuestro
Sistema Solar". Como el centro energético de la galaxia o incluso del
universo, este oscuro sol central representa la masa de energía potencial
anterior al Big Bang de la cosmología moderna. Mientras la Cábala judía
describía su "luz negra", los iniciados de Oriente de la tradición
aria lo consideraron como la fuente de la "luz creativa" y el
"centro de la electricidad-vida universal". Blavatsky de esa manera
enfatizaba una diferencia entre la cosmogonía semítica y la aria: la primera
materializa y humaniza los misterios de la Naturaleza; la segunda espiritualiza
la materia. Las ideas de Blavatsky fueron tomadas por autores völkisch-teosóficos
en Alemania antes y después de la Primera Guerra Mundial. Guido von List
escribió acerca de un invisible "fuego primordial" como la noción de
la divinidad más alta de los antiguos ario-germanos[15].
Peryt Shou (1873-1953), un escritor ocultista alemán, había descrito la
aumentada receptividad de la Humanidad para con la luz espiritual ultravioleta
del "sol central" en la Era de Acuario, y relacionó esto con el
futuro de Alemania en la aproblemada era de la posguerra[16].
Si Mund era principalmente un
esoterista, Landig era un activista político. A mediados de los años '50 era el
representante austriaco del Movimiento Social Europeo (ESM), la
organización internacional fascista fundada en Roma y Malmö, que buscaba la
alianza alemana con una liga mundial de naciones no alineadas, especialmente
con los Estados árabes, entre las dos superpotencias. En 1955 Landig estaba en
contacto regular con Per Engdahl, el líder neo-nazi sueco, y con
Karl-Heinz Priester, un antiguo líder de la Juventud Hitleriana que tenía
extensos contactos en el submundo nacionalista alemán. En 1958 Landig fundó su
propia imprenta nacionalista, la editorial Volkstum, cuyo logotipo
presentaba un broche con un águila ostrogoda que databa del reinado de Teodorico
el Grande en el siglo V. El mismo año, también, comenzó a publicar su servicio
de noticias mensual internacional Europa-Korrespondenz, que adoptó una
línea nacionalista y anti-comunista. Se especuló que Johannes von Leers, el
antiguo funcionario del ministerio de propaganda del Reich que había
buscado refugio en el Egipto de Nasser, estuvo implicado en la financiación de
dicho servicio. En 1970 Wilhelm Landig se convirtió en el representante
austriaco de la Liga Anti-Comunista Mundial (WACL), fundada en Taiwán en
1967 después de una fusión de la Liga Anti-Comunista de los Pueblos de Asia
y el Bloque Anti-Bolchevique de Naciones. Ésta era probablemente la más
importante red de extrema derecha en el mundo y entregaba informes para el
altamente informado servicio de noticias internacionales de Landig.
Sin embargo, fueron las propias
novelas de Wilhelm Landig las que aseguraron el renacimiento de temas
ocultistas y nacionalistas entre una generación más joven de neo-nazis
en los años '90. Las ideas e intereses discutidos por el grupo de Landig en los
años '50 encontraron expresión permanente en la trilogía de novelas acerca de
Thule de Landig. La primera de éstas, Götzen gegen Thule (Ídolos contra
Thule, 1971), fue comenzada a finales de los años '50 e incorporó el
pensamiento de Julius Évola y Herman Wirth. Teorías de los orígenes polares
arios y la Atlántida están mezcladas con poderosos nuevos mitos nacionalistas
de "el último batallón", secretas bases alemanas de OVNIs en el
Ártico, alquimia, mitos del Grial y herejías cátaras, y una conexión nazi-tibetana
que involucraba a maestros himalayos y un reino subterráneo en Mongolia. En
esta novela y sobre todo en su sucesora, Wolfszeit um Thule (La Era del
Lobo para Thule, 1980), una conspiración judía global siempre está al acecho en
las sombras, procurando frustrar el renacimiento del régimen alemán nórdico,
pero sus ídolos judeo-cristianos son impotentes contra el resurgimiento del Sol
Negro. La última novela de la serie, Rebellen für Thule (Rebeldes por
Thule, 1991), es una ambiciosa fantasía de radicalismo derechista entre la
juventud alemana. Un antiguo oficial SS, el héroe de la segunda novela,
es invitado a dar una conferencia sobre la herencia atlante de los arios en una
escuela secundaria alemana. Los alumnos rechazan las visiones liberales de su
despreciado profesor izquierdista de Historia y adoptan ávidamente los nuevos
mitos nacionalistas de Thule.
Götzen gegen Thule es una
alegoría de las tentativas del círculo de Landig de hacer contacto con un
centro esotérico de tradiciones nórdicas, el legendario reino de Thule, el
baluarte final del mundo germánico en derrota. La historia describe la odisea
mundial de un pequeño grupo de soldados SS y aviadores de la Luftwaffe
a través de cuatro continentes inmediatamente después de la Segunda Guerra
Mundial. En la primera parte de la novela los dos aviadores, Recke
("berserker") y Reimer ("bardo"), son enviados desde
Noruega al Punto 103, una base secreta que ha sido establecida por la élite SS
esotérica en el Canadá ártico, desconocida para los Aliados y también para la
mayoría de las autoridades alemanas. El Punto 103 es un gran complejo
subterráneo equipado con tecnología altamente avanzada, incluyendo platillos
voladores cuya misión aparente es mantener el espíritu de la defensa alemana
después de la rendición final del Reich. Pero el Punto 103 es también un
combatiente en una guerra metafísica entre fuerzas ocultas en un plano
espiritual. En esta gran lucha de poder, la base secreta busca la proximidad y
el apoyo del centro mundial esotérico de fuerzas éticamente positivas
localizadas en algún sitio cercano a la Montaña de la Medianoche del mito
polar. Su símbolo es el alquímico Sol Negro, un disco redondo que no es
exactamente negro sino de un profundísimo violeta[17].
Tal como el bloque de Landig de
naciones no alineadas contra las superpotencias, el Punto 103 procura promover
una alianza internacional para los ideales del Sol Negro. Muchos delegados
extranjeros asisten a una gran conferencia en la sala plenaria de la base,
decorada con símbolos astrológicos y un enorme icono de Mitra matando al Toro.
Los delegados han sido todos transportados por aire a la conferencia por medio
del V-7, un platillo volador alemán con una velocidad de 4.000 kilómetros por
hora y un alcance de 2.000 kilómetros. Los delegados incluyen a un lama
tibetano, funcionarios japoneses, chinos y estadounidenses, indios, árabes,
persas, un etíope, un funcionario brasileño, un venezolano, un siamés y un
indígena mejicano de pura sangre. Los árabes hablan enigmáticamente de
hermandades islámicas secretas, los indios y los persas invocan antiguas
tradiciones arias, los orientales aluden a sus órdenes ocultas y a un
misterioso centro mundial. Ataviados con sus uniformes o vestidos nacionales,
muchos de los delegados hacen discursos identificando sus mitos e ideales
nacionales con los de Thule, y prometen su apoyo pleno para cuando llegue el
tiempo de la acción.
Recke y Reimer son acompañados
por un enigmático oficial Waffen-SS, Gutmann ("Hombre Bueno",
un descendiente de los cátaros germanos), quien actúa como su guía y consejero,
iniciándolos en la filosofía de Thule. Cita
al Avesta iranio y a las teorías del paleontólogo Edgar Dacqué de Munich
como pruebas de una Edad de Oro, cuando la región ártica era verde y fértil, la
patria primigenia de los arios. Menciona el hundimiento de la Atlántida como
resultado de una colisión lunar según la Teoría de la Glaciación de Hörbiger, y
el subsecuente éxodo forzado de los arios debido a un egoísmo inmoral y al
desastre climático. Las investigaciones de Kiß en los Andes y su descubrimiento
de la cabeza de piedra con rasgos nórdicos en Bolivia ofrecen pruebas de estas
migraciones arias. El área del talud Dogger alrededor de Heligoland era
conocida como "Tierra Santa" en antiguos anales, evidencia segura de
una cultura aria-atlante sumergida, ya que dondequiera que se instalaran en
Europa, Irán e India, los arios buscaron re-crear su paraíso perdido y
conservar su recuerdo en sus mitos, leyendas y topónimos. Gutmann considera que
el mito del diluvio de la Biblia simplemente se deriva de antiguos
textos hindúes y de la epopeya de Gilgamesh, implicando que el Antiguo
Testamento es simplemente una adaptación judía local de tradiciones arias
de todo el mundo. Siguiendo a Herman Wirth, afirma que los antiguos Tuathas y
los germanos son herederos de sangre de la antigua raza atlante en el
continente europeo.
Después de la formal rendición
alemana en Mayo de 1945, el Jefe del Estado Mayor en el Punto 103 ordena que
todas las insignias alemanas sean quitadas de los uniformes: el disco del Sol
Negro es ahora el símbolo de su secreto Reich independiente, y sustituye
a los signos alemanes en sus aviones y platillos voladores. Tras este anuncio
pronuncia unas palabras de aliento que ofrecen una reseña panorámica de la pre-historia
y destino thuleanos, basada en Herman Wirth y Julius Évola. Las razas árticas y
nórdicas atlantes crearon el más antiguo Estado germano, el Imperio de los
Tuatha de Doggerland con sus largos túmulos neolíticos. La deidad solar y una
creencia en ciclos de regeneración cósmica es manifiesta en el culto guerrero
iranio de Mitra de la matanza del toro, la religión heroica de la Era de Tauro,
que los nuevos thuleanos del Punto 103 practican. Pero el viril hijo cornudo de
Dios, la antigua revelación, cedió el paso a la pálida "cabeza de
pescado" de Jesucristo:
«[La Era de Piscis inició] la
demolición del principio aristocrático con la rebelión de los esclavos, los
desheredados, de aquellos que carecían de una herencia y una tradición y con un
rencor contra todo lo que significaba energía y liderazgo. Como lo reconoció
Évola, el veneno del fanatismo proselitista que barrió la antigua Roma en una
bárbara ola semítica, era simultáneamente un refuerzo de todos los factores de
decadencia provenientes de Asia del Sur, que habían penetrado ya el edificio
del imperialismo pagano, y el germen de la aflicción occidental. El colapso de
Roma abrió las puertas para todas las posteriores aberraciones y la
degeneración que condujo al estado presente de Europa».
Enfrentado a la derrota militar
alemana en curso, el Jefe del Estado Mayor toma consuelo en estos ciclos
cósmicos de decadencia y renovación de largo plazo. La Era de Acuario se
acerca, y Europa, la tierra del hombre Blanco, espera un renacimiento espiritual.
Los modernos herederos germanos de los Tuathas deben levantarse una vez más
ante el desafío histórico de una crisis cósmica. Los uniformes negros de la SS
y el Sol Negro simbolizan el solsticio de invierno de la raza aria, presagios
de una nueva era gloriosa. Los sobrenaturalmente brillantes discos voladores
("manisolas") son prodigios del oculto centro mundial
esotérico cercano al Polo que proclaman el advenimiento de cambios globales en
gran escala. Los thuleanos mientras tanto desarrollarán su potencial técnico y
militar en el aislamiento en el Punto 103 durante unos cinco años antes de
intervenir en un plano metafísico en alianza con otras organizaciones amistosas
para un renacimiento ario global. Cuando esta transformación apocalíptica esté
completa, su símbolo del Sol Negro se volverá de un blanco plateado brillante.
Sostenidos por esta visión del
renacimiento nacionalsocialista, los militares alemanes al principio vuelan a
los Pirineos franceses para traer de regreso a un colaborador francés llamado
Bélisse (de Bélisane, el dios Sol de los galos), para que preste su ayuda en
los experimentos alquimicos en los laboratorios en el Punto 103. Viviendo cerca
de Montségur, Bélisse es un neo-cátaro profundamente versado en la ciencia del
Grial, quien supuestamente ayudó a Otto Rahn en sus investigaciones de antes de
la guerra. Debido a su lealtad de familia a la antigua herejía de origen
visigótico, reconoce a los alemanes como parientes espirituales y raciales. Él
es también una autoridad en las manisolas, supuestamente atribuidas por
los cátaros al Grial como la firma del más alto amor (Minne). Por medio
de estas alusiones, Landig recluta a los cátaros y al culto del amor entre los
trovadores medievales, simbolizado por los brillantes discos de luz, para las
fuerzas invisibles de Thule en su lucha global contra el mal y la decadencia.
Sin embargo, después que Bélisse es asesinado en una caída de montaña, la
misión es abandonada. Incapaz de recobrar contacto con su avión, los alemanes
viajan a España para instrucciones adicionales. La novela prosigue cuando ellos
emprenden una odisea parcialmente alrededor del mundo por Francia, España,
Marruecos, Egipto, Líbano, Siria, Iraq, Kuwait, Irán, Paquistán, India y Tíbet,
siempre tratando de encontrar un medio de volver al Punto 103. Durante todo su
viaje ellos encuentran a muchos aliados extranjeros, con quienes hablan de
mitología indoeuropea y de sus comunes raíces arias.
Detrás de la derrota del Tercer Reich
y del emergente nuevo orden mundial de las superpotencias está Israel, el
enemigo mortal con el cual los thuleanos están trabados en un conflicto
maniqueo. Según Gutmann, esta rivalidad se extiende desde los tiempos
prehistóricos, cuando los magos negros de origen semítico gobernaron sobre los
arios atlantes durante un breve tiempo. En ese entonces los judíos
establecieron sus propios dioses Baales al lado del dios atlante Poseidón, y
más tarde conmemoraron al monte Sinaí como una versión expurgada del monte Meru
o de la Montaña de la Medianoche en el Ártico. La incansable tendencia judía de
emigrar hacia el Norte y hacia el Oeste de Israel es explicada como una especie
de nostalgia o memoria popular de su breve dominio sobre los arios y un deseo
de gobernar otra vez desde el Norte. Gutmann afirma que esta competición por el
polo entre los judíos y los grupos indo-arios que aspiran a un renacimiento
atlante resultará en último término en la victoria para uno u otro bando. La
bandera de Naciones Unidas, fundada en Octubre de 1945, revela la determinación
judía de rodear el polo y usurpar el centro mundial esotérico de los arios. Su
diseño, presentando un mapa del mundo centrado en el Polo Norte, contiene un
simbolismo cabalístico y se despliega con los reveladores colores israelíes de
azul y blanco.
En una reunión con un viejo
rabino judío en Toledo, Gutmann se explaya sobre esta rivalidad inmemorial
entre semitas y arios en el contexto de las nuevas superpotencias. El poder de
magia negra de los judíos se opone a la magia blanca de los arios, y su campo
de batalla es el resto del mundo que, con la derrota del Tercer Reich,
es ahora un círculo mágico gris con un centro negro en el monte Sinaí. Según
Gutmann, el Arca de la Alianza es un acumulador para energías astrales usadas
en operaciones mágicas. Este mito se combina con referencias a otros cultos y a
los francmasones. Se dice que un Arca similar está guardada en santuarios
estadounidenses en Nueva York. Sus cuarteles centrales en Chicago controlan a
todas las logias masónicas dedicadas al objetivo de un Gobierno Mundial. Tanto
Roosevelt como Churchill pertenecieron a esta hermandad y estuvieron siempre
trabajando para sus objetivos. Esta hermandad mundial junta todos los poderes
dentro de su red y trabaja con todos ellos para conquistar la Montaña de la
Medianoche. Por una parte, esta magia trabaja para reforzar la sustancia racial
judía, y por otra, disuelve a los otros pueblos en un caos multirracial.
En la parte final de la novela,
Landig introduce una conexión nazi-tibetana como una dimensión adicional de
conspiración mundial y misterio. Se hacen referencias pasajeras a las cordiales
relaciones germano-tibetanas establecidas por la expedición de Ernst Schäfer al
Tíbet, patrocinada por el SS-Ahnenerbe, en 1938-39. Pero si a los
nacionalsocialistas no les fueron revelados los secretos tibetanos, la
presencia de un lama tibetano en la conferencia en el Punto 103 sugiere un
interés persistente. Cuando los militares alemanes son secuestrados desde la
India por mongoles y llevados a un monasterio tibetano arriba en la zona de
nieve himalaya permanente, ellos recuerdan la leyenda mongoliana de que esta
gente espera la venida del Señor del Mundo desde la ciudad de Agartha, oculta
dentro de la Tierra. Esta revelación conducirá a un Imperio mundial amarillo
que se extenderá tan lejos como hasta el monte Meru en el polo, creando así
otro rival para el Thule ario y el Punto 103. Los tibetanos, parece, fueron
aliados de los alemanes contra enemigos comunes en la guerra, pero al final
ellos también debían proseguir su visión imperial de acuerdo a su propio mito
racial.
El abad tibetano Ngön-kyi Padma
Dab-yang da otra reseña de la mitología mongola, que Landig claramente ha
tomado prestada del relato sensacional de Louis Pauwels y Jacques Bergier sobre
el ocultismo nacionalsocialista Le Matin des Magiciens (1960). Describe
dos ciudades como los reinos respectivos de las energías material y espiritual.
Reverenciada por las hermandades secretas y logias de Occidente, Shambala es la
ciudad terrestre del poder y la fuerza, la fuente de energías materiales en el
camino de la mano izquierda, gobernada por un Rey del Miedo. Agartha es el
reino interior y subterráneo de contemplación y espíritu, el camino de la mano
derecha, presidido por el Señor y Rey del Mundo, quien en el tiempo establecido
va a conducir a los hombres buenos contra los malos y a establecer el Imperio
mongol. El abad reprueba a los soldados alemanes, diciendo que ciertas figuras
en el Tercer Reich rompieron el tratado nazi-tibetano al haberse
aliado exclusivamente con las energías de Shambala y su cruda violencia, y
cayendo así en las manos de su agente, Stalin. Ambas fuentes deben ser
equilibradas, ya de otra forma resultará el mal. El Tíbet ha perdido años de
trabajo por la caída del Tercer Reich, y ahora las oscuras nubes del
comunismo se están congregando en el Oriente. Sin embargo, el abad insta a los
alemanes a unirse a ellos pues existe una vieja profecía de que un Gran Kan irá
otra vez a Occidente y establecerá un gran Imperio, y el tiempo para su
cumplimiento está cerca.
Con estas leyendas
revisionistas, Landig desea dar a entender que algunos traidores en el mando
del Reich traicionaron la causa nacionalsocialista y causaron la
perdición de Alemania. Finalmente, los militares alemanes tienen éxito en
escapar de sus corteses captores tibetanos pero son finalmente capturados por
los británicos en India e internados en un campo de prisioneros de guerra.
Repatriados a Alemania y a Austria, encuentran un mundo lúgubre y gris de derrota,
evasión y desconfianza. La antigua visión aria y nacionalsocialista ha sido
olvidada, la propaganda de atrocidades ha inventado los campos de exterminio,
las ejecuciones de Nuremberg son un pretexto para un ritual judío de venganza,
y las muchachas alemanas se acuestan con soldados estadounidenses Negros. La
tormenta de los ídolos contra Thule ha comenzado. En un reencuentro en
Salzburgo, los soldados aceptan tristemente la retirada del Punto 103 de los
asuntos mundiales. Reconocen que los arios, dispersos y desposeídos, se han
convertido ahora en el nuevo Ahasverus (el nombre tradicional para el Judío
Errante). Ellos sólo pueden ser pacientes y esperar hasta que la bandera azul y
oro de los arios ondee otra vez, cuando "la Gran Tule llegará a ser el
nuevo concepto espiritual para todos los hombres Blancos en el mundo del Norte,
un Imperio ideal sobre todos los Estados, en Europa y Estados Unidos... ¡el
Cuarto Reich de los alemanes!".
La segunda novela de Landig, Wolfszeit
um Thule (1980), describe una odisea similar a raíz de la derrota alemana.
Aquí la narrativa sigue las aventuras de dos oficiales navales, Krall y
Hellfeldt, y del SS-Major Eyken, primeramente estacionado en el Punto
103. Asignado a una flotilla de submarinos alemanes que se marcha de Noruega a
principios de Mayo de 1945, consiguen una devastadora victoria sobre un convoy
naval Aliado en el Atlántico del Norte. La flotilla recoge todo el equipo y el
personal del Punto 103, que es evacuado luego y totalmente destruido. Durante
el viaje sus conversaciones mencionan la Montaña de la Medianoche y su conexión
con la legendaria Isla Azul en el Océano Ártico. Rumores de anteriores
expediciones en cuanto a masas de tierra existentes debajo del casquete de
hielo polar y observaciones casuales hechas por pilotos canadienses de
"estructuras monásticas" recuerdan las ideas de Évola acerca de una
perdida civilización hiperbórea en el Lejano Norte[18]. Con
la rendición oficial del Tercer Reich, el mundo del Norte es perdido y
la flotilla pone rumbo al Atlántico del Sur para entrar en contacto con las
nuevas bases del Sol Negro, el epíteto del gobierno en las sombras del Reich
en el exilio. El foco geográfico de esta novela indica así el cambio de la
supervivencia nacionalsocialista hacia América Latina y la Antártica, la nueva
Thule del hemisferio Sur.
Landig usa el diálogo de sus
personajes para comunicar su propia marca de teoría política esotérica
nacionalsocialista. El mayor Eyken explica que el Polo Norte es el theonium
[?] del mundo, asociado con Lucifer, el portador de la luz del Norte, y
Prometeo, y representa la fuente espiritual de toda la fuerza aria. Como su
contraparte, el Polo Sur es el lugar de la mayor materializacion y de todas las
energías demoniacas. Usando el símbolo del ying-yang como un modelo, indica
que la zona espiritual "blanca" del Norte ha engendrado un punto
"negro": las fuerzas materialistas de las altas finanzas y de las
logias masónicas prevalecen en la superpotencia de Estados Unidos; los
estadounidenses están usurpando a los arios con su propia base "Thule"
en Groenlandia; y los soviéticos están buscando desarrollar su propia presencia
militar en el Ártico. Los arios deben cambiar por lo tanto su potencial
espiritual hacia el Sur y formar un punto "blanco" en la zona
espiritual "negra" a fin de aprovechar esos poderes para sus propios
objetivos en la recuperación del Norte. Su objetivo es el sol purificado de
nuevo, el sol blanco, el sol invictus del mitraísmo, que finalmente
sucederá al Sol Negro, su actual símbolo de poder militar revanchista.
Aunque Argentina hubiera
declarado la guerra a Alemania en Marzo de 1945, los fugitivos encuentran apoyo
en Buenos Aires y viajan a La Paz, Bolivia. Aquí reciben la confirmación de la
alta posición de Edmund Kiß en Bolivia a causa de sus investigaciones de
pre-guerra sobre la herencia nórdica-aria de Tiahuanaco, el mausoleo de Puma
Punku y el observatorio de Kalasasaya. Eyken ilustra a los demás en cuanto a la
amplitud del trabajo de Kiß sobre el calendario prehistórico con la ayuda de la
Teoría del Hielo Mundial de Hörbiger para demostrar que los atlantes nórdicos
fundaron la primera civilización egipcia. Cuando su contacto local confirma la
presencia de linajes sanguíneos arios entre los indios quechuas de Bolivia, que
tienen pelo rubio y ojos azules, la conversación se vuelve hacia otras
colonizaciones europeas antiguas y medievales de América Latina, mucho antes
del tan cacareado descubrimiento del "medio judío" Cristóbal Colón.
Kiß investiga en Bolivia las
vinculaciones con los nuevos desarrollos. A lo largo del lado occidental de las
montañas de los Andes descubrió un extenso sistema de túneles que se extiende
desde el desierto de Atacama en Chile hasta Ecuador, atribuyéndolo a un pueblo
misterioso con tecnología inimaginable hace muchos miles de años. Aquí, entre
los bosques densos, profundamente dentro del laberinto andino, varios cientos
de militares alemanes y personal técnico han establecido una base secreta
llamada La Herrería de Mime como un compañero para el Punto 211 de la
Antártica (Mime, un personaje de la mitología nórdica, es el herrero que forja
la espada de Siegfried en la ópera "El Oro del Rhin" de
Wagner). Eyken y sus camaradas pasan muchos meses en este sitio, maravillándose
de la tecnología avanzada llevada por científicos alemanes que han escapado de
las redadas estadounidenses y soviéticas contra los investigadores de armas
milagrosas del Tercer Reich. Otra base secreta más pequeña en los Andes
ha sido establecida en la selva brasileña cerca del valle Beni. Mientras los
oscuros poderes del mundo de la posguerra condenan a los antiguos jerarcas
nacionalsocialistas a la muerte en Nuremberg en Octubre de 1946, un nuevo Reich
thuleano, una provisional "Agartha del Norte", crece profundamente
dentro de los Andes.
Mientras tanto, Landig también
describe un nuevo episodio siniestro en el antiguo mito de los Sabios de Sión.
Después de la fundación del estado de Israel en Mayo de 1948, los miembros de
la élite judía estadounidense se reúnen en un caluroso día de Julio en una aislada
casa de campo de Riverside Drive en Manhattan para hablar del progreso de su
dominio mundial. Desde la histórica reunión nocturna de los Sabios en el
cementerio judío de Praga en 1787 —el cuento en la novela Biarritz de
Goedsche, que inspiró los celebres Protocolos— los judíos han realizado
su ambición de controlar tanto el oro como la prensa. Mediante el comunismo y
el liberalismo, ellos están ahora acabando con la influencia de las élites
Blancas por todo el mundo. Con el slogan "nazismo" ellos han
llevado todo lo germánico al oprobio y pueden desarmar cualquier resistencia a
sus proyectos. Un banquero examina el crecimiento del poder judío por medio del
sistema de la Reserva Federal. El acuerdo de Bretton Woods de 1944 sólo
sirvió para internacionalizar las deudas públicas que se le debían a la
judería, mientras que el Plan Marshall creará una Alemania de posguerra sumisa
y materialista, olvidada de sus ideales más altos. Un científico después
perfila el futuro de la Humanidad con una impactante descripción de la
ingeniería genética, el control mental por medio de la electrónica y drogas,
policías robot, y la creación de una población dócil sujeta al gobierno mundial
judío.
Los intrépidos luchadores de la
resistencia de Landig ahora ponen su atención en una alianza de posguerra con
fuerzas anti-comunistas en el Lejano Oriente. Los vínculos anteriores con el
Tíbet se están debilitando en esta nueva etapa debido al predominio de la China
Roja, y sus esperanzas están ahora enfocadas en los exiliados mongoles en
Japón, Corea y Taiwán. Viajando a través del Océano Pacífico en el disco
volador V-7, el trío llega a Hong Kong para hacer contacto con el Dragón
Verde, una liga nacionalista china con antiguos vínculos con Thule en
Alemania. Cuando Eyken es secuestrado por la orden maoísta del Dragón Rojo,
que trata de reclutarlo como un agente comunista alemán, los miembros
taiwaneses del Dragón Verde van a su rescate. En el camino ellos
encuentran a un simpatizante británico, y las conversaciones varían sobre temas
tales como el diseño cabalístico del edificio del Pentágono
estadounidense, el israelismo británico, y las hostiles élites secretas como el
Consejo sobre Relaciones Extranjeras. Eyken explica su misión esotérica
a sus nuevos amigos:
«Un círculo de iniciados dentro
de la SS lleva el Sol
Negro como una insignia secreta para Thule. Éste es el sol niger de la
alquimia... Los misterios griegos ya reconocían un sol secreto además del disco
de oro de la Atlántida. Éste era la estrella Antares en el signo de
Escorpión... El color púrpura profundo del Sol Negro no está sin iluminación
sino que es el esplendor penetrante que ilumina a los iniciados. Según la
antigua tradición germánica, Dios es omnipotente e invisible. La luz
perceptible al ojo humano es material, una sombra de la luz y el fuego
invisible y espiritual, una diminuta chispa que todavía brilla en la Era del
Lobo alrededor de Thule y espera reavivarse... El Sol Negro es el signo de la
divinidad invisible que está por encima del material brillo dorado de la luz
del día, una vez que el sol dorado de los atlantes fue usurpado por los
sirvientes de Mammón y la francmasonería. El disco de púrpura profundo
representa el cumplimiento de la voluntad divina y la ley contra el supuesto
poder del oro, junto con sus amos y esclavos... Cargado con un conocimiento
secreto, este símbolo fue visto en los aviones militares de la SS poco
antes del final de la Segunda Guerra Mundial. El Sol Negro ilumina al Reich
y nunca se pondrá».
El compañero de ellos lamenta
que Gran Bretaña permanezca ignorante de esta herencia aria y que todavía sirva
a las estrellas de David y Moisés. Ve la
confianza espiritual de los alemanes y teme que los no-iniciados (es decir, los
antiguos Aliados) serán abrumados por un apocalipsis.
En Corea del Sur, Eyken
encuentra a Gusdä Menen Tudun, un anti-comunista y antiguo oficial de alto
rango del ejército mongol que huyó cuando los rusos establecieron un régimen
marioneta en su patria. Eyken explica el interés que tienen los rusos en los
secretos del desierto de Gobi y Shambala, y bosqueja la antropogenia racial de
la teosofía blavatskyana, ya conocida por los iniciados tibetanos hace 10.000
años. Las tradiciones tibetanas también indican un mito atlante de siete
sub-razas, que incluyen a los arios, acadios, toltecas, turanios, Rmoahalianos,
Tlavatlianos y mongolianos. El símbolo de la esvástica surgió en la época
del dominio de los arios en la Atlántida, antes de su migración prehistórica al
Himalaya. Desde entonces, los arios han conservado una añoranza secreta por el
monte Meru e Hiperbórea, su patria original en el Lejano Norte. Güsda reconoce
a Eyken como un iniciado de la doctrina secreta que une a los
nacionalsocialistas esotéricos con los misterios del Oriente. Los mongolianos
libres creen que la Tierra de las Águilas (Alemania) es su aliado en el Oeste,
pues se creía que Hitler era un descendiente de un gran guerrero en el séquito
de Genghis Kan, mientras que Stalin es un subnormal de la tribu de los
"ojos amarillos" y perteneciente a una familia de sacerdotes
jaféticos y respaldado por magos negros. También relata cómo el Bogdo Hutuchtu,
el Buda viviente de los lamas de gorra roja de Mongolia, ha sido depuesto por
los comunistas, y cómo nadie ahora se atreve a hablar del reino de Agartha o
del Rey del Mundo. Pero éste está esperando su momento y aparecerá en el tiempo
designado para conducir el bien de este mundo contra el mal.
Muy poco después, los alemanes
son capturados por insurgentes comunistas coreanos del Norte e internados junto
con un estadounidense, un checo y un japonés. Los cautivos encuentran una causa
común en el anti-comunismo en el nuevo orden mundial de la Guerra Fría. Después
del comienzo de la guerra coreana el 25 de Junio de 1950, los alemanes logran escapar
e ir a Hadong. Su misión en el Lejano Oriente está cumplida ahora. Además del
descubrimiento de una herencia esotérica compartida, los guerreros del Sol
Negro han establecido la presencia de aliados potenciales entre las víctimas de
la expansión comunista soviética y china, reflejando así el propio interés de
Landig en la Liga Anti-Comunista Mundial (WACL) con su fuerte base en el
Lejano Oriente. La WACL se originó en La Liga Anti-Comunista de los Pueblos
de Asia, fundada en Taiwán por los chinos nacionalistas del Kuomintang en
1954, que se unió con organizaciones de emigrados de Europa del Este en 1966
para formar la WACL, con oficinas centrales mundiales en Corea del Sur.
Buscando amigos en Taiwán y Corea, Thule está buscando convertirse en una tercera
fuerza entre el Occidente y el mundo comunista.
Mientras tanto los militares
alemanes son incapaces de renovar contacto con las bases en los Andes y deciden
retornar a Europa. A finales de los años '50 llegan a la Viena ocupada por los
Aliados para encontrar la propiedad de Hellfeldt confiscada y el departamento
de la familia ocupado por forasteros, reflejando la propia amarga experiencia
de Landig del régimen de la posguerra y su rudo tratamiento para los antiguos
nacionalsocialistas. Bajo el manto de la derrota, la ocupación y las
restricciones, los viejos soldados forman un círculo de inmortal lealtad a sus
ideales. Una vez más recuerdan la ciencia secreta de Thule y el Lejano Norte y
su evangelio para el Reich alemán. El gobierno de la muchedumbre, de la
democracia, se consuelan ellos, será demasiado efímero. Hitler no era un
iniciado de Thule pero dejó la gnosis secreta del Norte a círculos especiales
dentro de la SS, a quienes ofreció su protección. Eyken equipara el
simbolismo esotérico del Grial según Évola con la doctrina hiperbórea de un
centro sagrado en el Norte, con sus poderosas leyendas de razas-raíz, la
Atlántida y de arios omni-conquistadores. La búsqueda del Grial es idéntica a
la añoranza aria por el contacto con la Montaña de la Medianoche. En el
crepúsculo de los dioses en la mitología nórdica, todo cae en las mandíbulas
del lobo Fenrir, trayendo al caos y la oscuridad. Los thuleanos deben soportar
ahora la Era del Lobo, ya que cuando el Tercer Reich se hundió en
llamas, todas las fuerzas que se alinearon contra el Norte triunfaron, y el mal
venció al bien.
En Rebellen für Thule
(1991) Landig remonta los orígenes del Sol Negro a la religión babilónica. Una
antigua inscripción cuneiforme hace una referencia explícita al Sol Negro:
"brillando dentro de nosotros, tú nos das el poder del
entendimiento". Landig recuerda la visión de Marduk apesadumbrado por el
colapso del Imperio hasta que la diosa Ishtar ordena que las estrellas brillen
con una nueva luz invisible. Landig ve esta profecía como refiriéndose a la
derrota temporal del Reich alemán y a su restauración mediante la
iluminación esotérica del Sol Negro. "El Sol Negro brilla por sobre la
Montaña de la Medianoche. El ojo humano no puede verlo, pero está allí: Su luz
brilla dentro. El valiente y el honrado son solitarios, pero ellos tienen la
divinidad"[19].
El conocimiento del Sol Negro se perdió durante el cristianismo, hasta que los
Templarios descubrieron de nuevo su ciencia en el Levante. Su conocimiento fue
perdido por los francmasones, y finalmente sólo un pequeño círculo de SS
esoteristas cultivó el Sol Negro como la "luz interior". Tal como los
templarios y cátaros, en la mitología de Landig los SS fueron
perseguidos después de la guerra principalmente como herejes.
Este interés völkisch alemán
por Babilonia se remonta hasta comienzos de siglo cuando Friedrich Delitzsch
(1850-1922), el famoso asiriólogo, argumentó que el Antiguo Testamento y
el monoteísmo judío se derivaban de la religión babilónica. Su conferencia inicial,
"Babel und Bibel" (Babel y la Biblia, 1902), provocó
una amplia controversia, por cuanto claramente debilitaba las afirmaciones
judías de la revelación divina y de su elección como pueblo[20].
Llevando el debate más adelante, Houston Stewart Chamberlain y Herman Wirth
consideraron a la cultura babilónica como una herencia de los sumerios, a
quienes ellos identificaron como antiguos arios colonizadores de Mesopotamia.
La interpretación de Landig de la epopeya de Gilgamesh y de las inscripciones
de Babilonia sigue esta línea nórdico-sumeria, destacando sus correspondencias
con los Edda y con antiguas fuentes nórdicas. Landig también se refirió
a la interpretación académica de Peter Jensen de Gilgamesh como una cosmología
babilónica que se enfoca en la constelación de Tauro y su principal estrella,
Aldebarán[21].
La supuesta ascendencia aria común de los sumero-babilónicos y los germanos
conduciría a un animado discurso esotérico en los años '90 que involucraba a la
antigua Babilonia, tecnología alemana de platillos voladores y antepasados
extraterrestres provenientes de Aldebarán.
Las novelas ariosóficamente
coloreadas de Landig han popularizado enormemente la mitología aria y un oculto
anti-judaísmo. Los nombres y doctrinas de Julius Évola, Herman Wirth, Edmund Kiß
y Hans Hörbiger, hasta ahora dispersos fragmentos de la memoria del Tercer Reich,
están aquí hábilmente entretejidos en narrativas aventureras y presentados de
nuevo a un público moderno. En todos los libros de la trilogía de Thule de
Landig, el Sol Negro es un símbolo místico para una orden esotérica dentro de
la SS, el destilado refinado del espíritu nacionalsocialista,
temporalmente eclipsado pero todavía potente durante el predominio en la
posguerra de los judíos y sus superpotencias marionetas. Según esta mitología
neo-nazi, la guerra perdida de 1939-45 es sólo un preludio para un
conflicto metafísico aún mayor. Sin embargo, como todos los símbolos poderosos,
el Sol Negro es multifacético. Además del mito de oclusión alquímica,
significando la latencia del poder thuleano-nacionalsocialista, Landig también
identifica el Sol Negro como la fuente de la luz espiritual y de inspiración,
un símbolo de iluminación divina y de salvación próxima. Espigado de tan
diversas fuentes como la epopeya de Gilgamesh, leyendas templarias secretas, y
ciencia esotérica SS involucrando a Otto Rahn, los cátaros y un centro
mundial polar luciferino, el Sol Negro de Landig es un mito poderoso que invoca
la gnosis nacionalsocialista en la oscuridad de la derrota.
El mito del Sol Negro se
desarrolló más ampliamente con la publicación de otra aventura de suspenso
ocultista-nacionalsocialista, Die schwarze Sonne von Tashi Lhunpo (El
Sol Negro de Tashi Lhunpo, 1991), de Russell McCloud. Es la primera década del
siglo veintiuno y la Unión Europea y Naciones Unidas juntas administran
un Nuevo Orden Mundial dedicado a la democracia y la prosperidad económica. Los
asesinatos del presidente del Banco Europeo y de un miembro principal del
Consejo de Seguridad de la ONU están vinculados por una marca del Sol Negro en
las frentes de las víctimas. En este caso, el símbolo es una rueda solar, un
disco negro rodeado por doce runas Sieg radiales[22].
Este diseño único de rueda solar SS existe realmente en el castillo
Wewelsburg cerca de Paderborn, originalmente adquirido por Heinrich Himmler en
1934 como una universidad para el personal SS, cuyo énfasis especial
estaba en la herencia germánica y la religión nórdica. Entre 1936 y 1942
Himmler reconstruyó y amplió Wewelsburg como un lugar ceremonial, donde sus
líderes SS superiores celebrarían rituales pseudo-religiosos. Himmler
consideraba el castillo como un omphalos [ombligo] mágico, que marcaba
el centro del mundo germánico, y planeaba finalmente desarrollar el sitio
entero como un Vaticano-SS de espiritualidad aria. La gran rueda solar circular
con doce runas Sieg como rayos decora el piso de mármol blanco del salón
Gruppenführer en la torre Norte.
McCloud es el primer escritor
que identifica la rueda solar de Wewelsburg con el mito del Sol Negro,
indicando con ello la influencia esotérica de Wiligut y la herencia SS
de la ciencia ario-teosófica en el corazón del mundo imaginativo de Himmler. Se
ha sugerido, sin embargo, que esta rueda solar de doce rayos se deriva de
discos decorativos de los merovingios del período medieval temprano, y se
supone que representan al sol visible o su paso por los meses del año. Se habló
de estos discos en publicaciones académicas durante el Tercer Reich y
bien puede haber servido a los diseñadores de Wewelsburg como un modelo.
Además, el hecho de que Peryt Shou y Wilhelm Landig describieran al Sol Negro
como de un púrpura profundo parece contradecir su representación en Wewelsburg
como un modelo moteado de color verde oscuro sobre blanco. Pero si el Sol Negro
es la fuente cosmogónica de toda la energía creativa en el universo, el símbolo
de Wewelsburg seguramente evoca tanto el poder rotatorio como explosivo del Big
Bang en la creación del universo.
En la novela, el héroe
periodista sigue una pista desde Wewelsburg al Tíbet, donde encuentra a Karl
Steiner, un antiguo hombre SS que vive en una ermita himalaya a un día de
camino del monasterio Tashi Lhunpo, la sede del Panchen Lama y de los monjes de
sombrero amarillo. Aunque juvenil de aspecto, Steiner tiene más de noventa años
y fue al Tíbet en la expedición final (ficticia) del SS-Ahnenerbe de
1942. Su explicación de la historia mundial coloca al vínculo nazi-tibetano
en el contexto familiar de Thule y el mito mongoliano. Los thuleanos
prehistóricos eran originalmente descendientes de los dioses: un grupo quería
permanecer distante y usar a los hombres mortales como ganado, y el otro
decidió educar y mejorar a la Humanidad. Estos grupos se dividieron en los
campos de Shambala y Agarthi. McCloud revela una cierta simpatía
nacionalsocialista al identificar Shambala con los gobernadores secretos del
"Nuevo Orden Mundial", el servicio secreto de Naciones Unidas,
la Unión Europea y los francmasones. Pero los nacionalsocialistas, se nos dice,
hicieron su alianza con Agarthi, ya que su plan era transformar a los hombres
en superhombres. El Tercer Reich, la Segunda Guerra Mundial y la ola
reciente de asesinatos son así meros episodios en la batalla perenne de Agarthi
y Shambala en cuanto al destino del hombre. El punto culminante de la novela es
alcanzado con un ritual de solsticio de invierno en Wewelsburg, al que asiste
Steiner y agentes de muy elevada posición de Agarthi, con la intención de
restaurar el dominio mundial nacionalsocialista.
Entre 1971 y 1991, el Sol Negro
se desarrolló de esa manera desde la indicación de Landig del eclipsado poder
nacionalsocialista en Thule a la rueda solar SS en Wewelsburg, identificada
como el símbolo de Agartha, un reino himalayo secreto incrustado en el mito
nacionalsocialista, tibetano y teosófico. Cargado por estas referencias
exóticas a remotos u ocultos centros de poder e iniciación, el Sol Negro de
Wewelsburg se ha convertido en un símbolo esotérico entre los neo-nazis
más jóvenes desde Austria hasta la escena internacional desde los años '90. La
editorial Arun de Engerda (en la antigua República Democrática Alemana)
ha publicado posteriores ediciones y un guión cinematográfico del libro de
McCloud, mientras el catálogo Nation Europa de libros por pedidos
postales ofrece prendedores del Sol Negro y un reloj de pulsera con el diseño
de la rueda solar de Wewelsburg. Kadmon (seudónimo de Gerhard Petak), un músico
industrial de Viena, publica Aorta (1991-95), un periódico dedicado a
tradiciones paganas y a la vanguardia neo-fascista. Su sello de música, Allerseelen,
ha lanzado un CD, Gotos = Kalanda (1995), adaptado del ciclo calendárico
pagano de los poemas que Wiligut presentó a Himmler en 1937. El Sol Negro de
Wewelsburg es prominente en el membrete de Petak y en la etiqueta de Allerseelen.
En su estudio acerca del
esoterismo de la extrema derecha de Alemania, Rüdiger Sünner sugiere que el Sol
Negro de Wewelsburg se ha convertido en un símbolo clave en los cultos neo-nazis.
Una imagen en Elemente, el diario del Seminario de Tule
localizado en Kassel, una asociación de investigación para la cultura
indoeuropea, muestra a un guerrero marcial que sostiene un escudo decorado con
la rueda solar de Wewelsburg. Su espada sostenida proclama la lucha por un
"renacimiento de Europa" contra el "holocausto de pueblos en el
altar del multi-racialismo". La revista völkisch alemana Sol
Invictus usa el símbolo como su cabecera. La edición de 1997 dedicada a la
"Medianoche" (Sol Negro) muestra a dos caballeros sombríos montando
guardia bajo el símbolo de la rueda solar, cuyo poder invisible prevalece
contra la penumbra, el frío y el dolor del inter-regno. Un verso de
acompañamiento dice: "Como caballeros del Sol estamos retornando a casa
/ seremos la nueva nobleza / los vástagos raros de nuestras propias filas. /
Quedamos huérfanos y el viaje fue largo. / La oscuridad no nos tragó / nos
levantamos / los hijos del Sol. / Cuando ellos nos vean / ¡entenderán las
palabras del fuego!". La rueda solar de Wewelsburg es también el
logotipo del sitio alemán Thule-Netz en Internet, que ha ofrecido un
masivo acceso a sitios web racistas y de extrema derecha en Europa y
Estados Unidos desde 1992. Se habla ampliamente de la rueda solar SS en
revistas subterráneas neo-nazis en Alemania y en sus vínculos
internacionales.
Rüdiger Sünner también ha hecho
una película documental titulada Schwarze Sonne, sobre el trasfondo
oculto del Nacionalsocialismo. Su relato se extiende desde los ariosofistas y
la Sociedad Thule como místicos precursores de los nacionalsocialistas,
pasando por el ceremonial SS de Himmler, hasta los actuales cultos neo-nazis[23].
Mientras filmaba en Wewelsburg, él fue amenazado por un skinhead que
blandía su puño con un tatuaje del Sol Negro. Éste consideró la película de
Sünner como una profanación. Tal como el Sol Negro simbolizaba para Landig
"el último batallón" de los thuleanos en el Punto 103 en el congelado
Norte durante los primeros meses de la posguerra, este emblema ha venido a
significar la evocación mágica de una patria perdida entre los jóvenes neo-nazis.
El enigmático símbolo del Sol Negro indica los lejanos ideales de Thule, un
mundo alternativo en total oposición a una Europa multirracial.
[1] La vida y obras de Herman Wirth están resumidas en
Michael H. Kater, Das "Ahnenerbe" der SS 1935–1945: Ein Beitrag
zur Kulturpolitik des Dritten Reiches (Stuttgart: Deutsche Verlags-Anstalt,
1974), pp. 11–16, 41–43
[2] Las referencias de Erich Halik al "Sol Negro"
son discutidas en Rudolf J. Mund, Vom Mythos der schwarzen Sonne (Das
andere Kreuz 2), Vienna, 1981, pp. 8–10, 41–43
[3] Hanns Hörbiger and Philipp Fauth, Glacial-Kosmogonie:
Eine neue Entwickelungsgeschichte des Weltalls und des Sonnensystems (Kaiserslautern,
Alemania, Hermann Kayser, 1913), esp. cap. 25
[4] Para un estudio reciente de la Teoría de la Glaciación de
Hörbiger, vea Robert Bowen, Universal Ice: Science and Ideology in the Nazi
State (Londres, Belhaven, 1993). También se examina su recepción política
por los nacionalsocialistas, pp. 130–52
[5] Kiß publicó los resultados de la investigación de su
primera expedición a los Andes en dos artículos: "Die
Kordillerenkolonien der Atlantiden", Schlüssel zum Weltgeschehen
(1931), Nº 8/9, 256 y ss., y "Nordische Baukunst in Bolivien?",
Germanien, Mayo de 1933), Nº 5, 138 y ss. Este último periódico
posteriormente se convirtió en el órgano oficial del instituto Ahnenerbe
de la SS. Los trabajos de Kiß en apoyo de Hörbiger incluyen Die oft
verlästerte... (Leipzig, Koehler und Amelang, 1933), y Die kosmischen
Ursachen der Völkerwanderungen (Leipzig, Koehler und Amelang, 1934),
mientras que interpretó las ruinas de Tiahuanaco en Das Sonnentor von
Tihuanaku und Hörbigers Welteislehre (Leipzig, Koehler und Amelang, 1937)
[6] Edmund Kiß, Das gläserne Meer: Ein Roman aus Urtagen
(Leipzig, Koehler und Amelang, 1930); Frühling in Atlantis: Roman aus der
Blütezeit des Reiches Atlantis (Leipzig, Koehler und Amelang, 1933)
[7] Edmund Kiß, Die letzte Königin von Atlantis: Ein Roman
aus der Zeit um 12000 vor Christi Geburt (Leipzig, Koehler und Amelang,
1931); Die Singschwäne aus Thule (Leipzig, v. Hase & Koehler, 1939)
[8] Para detalles de las actividades de Kiß en el Ahnenerbe,
vea Kater, Das "Ahnenerbe" der SS 1935–1945, pp. 52, 97, 113,
y Rüdiger Sünner, Schwarze Sonne: Entfesselung und Mißbrauch der Mythen in
Nationalsozialismus und rechter Esoterik (Freiburg, Herder Verlag),
pp. 46–47. La adopción de la Teoría del Hielo Mundial por el Ahnenerbe y el
Protocolo Pyrmont está documentada en James Webb, The Occult Establishment
(La Salle, Illinois, Open Court, 1976), pp. 327–30
[9] Hitler’s Table Talk, 1941–55, editadas por H. R.Trevor-Roper, 2ª ed. (Londres,
Weidenfeld and Nicolson, 1973), pp. 249, 324, 445
[11] Otto Rahn, Kreuzzug gegen den Gral (Freiburg,
Urban-Verlag, 1933); Luzifers Hofgesind: Eine Reise zu Europas guten
Geistern (Leipzig, Schwarzhäupter-Verlag, 1937). La más completa biografía
de Otto Rahn a la fecha con extensa documentación es Hans-Jürgen Lange, "Der
Gralssucher", en Otto Rahn: Leben und Werk, Engerda, Alemania,
Arun-Verlag, 1995, pp. 17–92. Vea también Christian Bernadac, Le Mystère
Otto Rahn: Du Catharisme au Nazisme (Paris, France-Empire, 1978); Walter
Birks y R. A. Gilbert, The Treasure of Montsegur: A Study of the Cathar
Heresy and the Nature of the Cathar Secret (Wellingborough, U.K.: Crucible,
1987), pp. 38–40; Howard A. Buechner, Emerald Cup—Ark of Gold: The Quest of
SS Lt. Otto Rahn of the Third Reich (Metairie, Louisiana: Thunderbird
Press, 1991).
[12] Rudolf J. Mund, Der Rasputin Himmlers: Die
Wiligut-Saga (Vienna, Volkstum-Verlag, 1982). La vida e influencia de
Wiligut está también documentada en Goodrick-Clarke, The Occult Roots of
Nazism, pp. 177–191. Documentación adicional es ofrecida por Hans-Jürgen
Lange, Weisthor: Karl-Maria Wiligut—Himmlers Rasputin und seine Erben (Engerda:
Arun-Verlag, 1998).
[13] Mund, Vom Mythos der Schwarzen Sonne, pp. 12–30;
Emil Rüdiger, Die Kraft der zwei Sonnen (Ingelheim, 1994)].
[14] Para un informe sobre Guido von List y la deuda del
armanismo con la teosofía, vea Goodrick-Clarke, The Occult Roots of Nazism,
pp. 49–55
[15] Guido List, Die Rita der Ario-Germanen, Leipzig y
Viena, E. F. Steinacker, 1908, pp. 9–10; Die Bilderschrift der Ario-Germanen
(Ario-Germanische Hieroglyphik), Leipzig y Viena, E. F. Steinacker, 1910,
pp. 44–48.
[16] Peryt Shou, Das Mysterium der Zentralsonne
(Leipzig, Jaeger, 1910), pp. 7, 39; Deutschlands Zukunft im Gesetz
kosmologischer Entwicklung (Berlin, Pyramidenverlag Dr Schwarz, 1923), pp.
269–76, 292 y ss.
[17] Wilhelm Landig, Götzen gegen Thule: Ein Roman voller
Wirklichkeiten (Hanover, Hans Pfeiffer, 1971), pp. 137–38. La novela está
admirablemente resumida y comentada en Joscelyn Godwin, Arktos: The Polar
Myth in Science, Symbolism, and Nazi Survival (Grand Rapids, Michigan, Phanes,
1993), pp. 63–69
[20] El posterior debate Babilonia-Biblia despertó el
mayor interés del Káiser, a partir de lo cual Chamberlain publicó sus
propios puntos de vista. Geooffrey G. Field, Evangelist of Race: The
Germanic Vision of Houston Stewart Chamberlain (New York, Columbia
University Press, 1981), pp. 255–56
[21] Wilhelm Landig, Rebellen für Thule, pp. 517–27.
Landig se refiere al trabajo pionero de Peter Jensen, Das Gilgamesch Epos,
Strasburg, K. J. Trübner, 1906
[23] Schwarze Sonne: Mythologische Hintergründe des
Nationalsozialismus, dirigida por
Rüdiger Sünner, producida por Elisabeth Müller, Filmproduktion, Düsseldorf,
1996